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Mostrando entradas de julio, 2020

El PERDÓN y el RENCOR. A propósito de Moby Dick

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Audio: (a partir del minuto 13) https://www.ivoox.com/programa-97-butacavip-moby-dick-higinio-marin-audios-mp3_rf_8589549_1.html

La ALEGRÍA

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No abundan las representaciones pictóricas de la alegría. De hecho, en este punto el arte abstracto y la fotografía parecen tomar la delantera a la pintura clásica y figurativa que suele recurrir a escenas de bailes y festejos. Ciertamente, la fiesta es la institución cultural de la alegría, pero podía esperarse que la pintura hubiera intentado mirar a los ojos a la alegría abundando en retratos y no solo en lo que Nietzsche llamó el «gesto pleno» del baile. Ha sido más bien la música la que se ha atrevido con esa ingrávida y expansiva pirueta que es la alegría. El asunto tiene interés porque forma parte de la alegría su expresión. Una alegría inexpresada por el disimulo, por ejemplo, es una alegría que no se ha dado a sí misma su forma. Incluso podría decirse que la tristeza es inexpresiva (su gesto es el decaimiento del gesto) mientras que de la alegría forma parte esencial su expresión. Por eso busca la plenitud de su gesticulación en el movimiento, la mueca, el baile y el

EL TRABAJO como servidumbre y libertad.

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Todos los que tenemos un trabajo retribuido lo realizamos para ganarnos la vida. Nosotros no vemos nada deshonroso en hacerlo, más bien al contrario, y además nos parece un cierto estado afortunado cuando lo comparamos con el desempleo. Pero no ha sido así durante la mayor parte de los siglos de tradición occidental. No contar con el suficiente patrimonio para poder vivir de su administración y tener que depender de un sueldo o del rendimiento del propio trabajo era, en el mejor de los casos, una forma desafortunada e imperfecta de la ciudadanía en Grecia, en Roma y en el resto de Europa hasta finales del siglo XVIII y casi hasta el siglo XX, incluidas todas las sociedades estamentales y cortesanas, medievales y modernas. Nuestros hidalgos poniéndose migajas en la barba para hacer creer que disponían de lo necesario sin tener que trabajar para conseguirlo, no son una excepción hispánica salvo por su longevidad histórica. La causa de ese menosprecio ha sido la forma y cultu