El PROGRESISMO como mentalidad III

Que el corazón violento de la revolución sigue latiendo en el progresismo contemporáneo se pone de manifiesto en el anhelo por cancelar toda precedencia. Ni las singularidades mamíferas de nuestra especie, ni las de las tradiciones culturales o morales en las que vivimos, ni la familia o la estructura lógica del lenguaje pueden suponer ningún ascendiente condicionante sobre la ilimitada disponibilidad de sí del sujeto. Para el pensamiento progresista el individuo es para sí mismo su principio habilitado por el estado moderno y sin vinculación alguna con el conjunto de precedencias que lo constituyen. Toda prefiguración de la existencia -como, por ejemplo, el sexo biológico- reduce al sujeto a la condición de mero actor de una vida cuyo guion no ha escrito. La concepción progresista de la libertad nos pretende autores en exclusiva no ya del curso de nuestra vida, sino de nuestra propia identidad, que solo es la de un sujeto libre si éste se la debe a sí mismo y por entero. Cualqui...